El Game Pass será cada vez más caro, pero el problema es que Microsoft ha hecho que este producto también sea de menor calidad en su nueva modalidad más básica y económica. La FTC no ha dudado en reaccionar al nuevo Game Pass, y ha enviado un documento al Tribunal de Apelaciones del Noveno Circuito de Estados Unidos en relación a la subida de precio de este servicio.
La FTC cree que la subida de precio del Game Pass es un movimiento de una compañía que tiene demasiado poder de mercado tras la compra de Activision Blizzard, y destaca que ha venido acompañada de una degradación del servicio, de una reducción de inversiones y de despidos, todo ello cosas que solo son posibles para una empresa que tiene un dominio y un control excesivo del mercado.
Esta argumentación es parte de la larga apelación de la FTC en relación a la compra de Activision Blizzard por parte de Microsoft, una operación que fue muy compleja y que generó mucha polémica por todo lo que implicaba al caer en sus manos franquicias muy importantes, como la saga Diablo y la franquicia Call of Duty.
La nueva suscripción al Game Pass es un producto degradado y de segunda porque, según la FTC, es cuatro dólares más caro que la modalidad anterior y encima no tiene incluidos los juegos de lanzamiento desde el día uno. Esto elimina la disponibilidad de los juegos nuevos, que son los más valiosos, de ese servicio, y unido a la subida del precio explica por qué debe ser considerado como una degradación grave.
Microsoft no ha respondido todavía, pero es obvio que la compañía no ha hecho las cosas bien, y que la entrada de Call of Duty en el Game Pass ha sido la razón principal por la que se ha subido el precio y se ha establecido esa diferenciación entre modalidades con y sin los juegos de lanzamiento desde el día uno.