Samsung sigue trabajando en los Galaxy S25, una nueva generación de smartphones que serán presentados en el primer trimestre de 2025, y que serán los sucesores de los Galaxy S24. Se espera que Samsung adopte una estrategia continuista con estos nuevos smartphones, y que no introduzca ningún cambio importante ni en el diseño ni en aspectos relevantes, como las cámaras.
La duda más importante que tenemos es si se confirmará el aumento del tamaño de pantalla que se venía rumoreando, y tampoco estaba claro si Samsung volvería a utilizar un SoC Exynos y un SoC Snapdragon en esta nueva generación de smartphones, o si solo utilizará uno de esos dos tipos de SoCs.
El analista Ming-Chi Kuo cree que lo más probable es que Samsung solo utilice un Snapdragon 8 Gen4 en toda la familia Galaxy S25, y la culpa la tendría el bajo éxito que la compañía está teniendo con su nodo de 3 nm, que le impide conseguir suficientes chips funcionales como para dar un uso real en productos al Exynos 2500. Este chip será el sucesor del Exynos 2400, pero podría no llegar nunca al mercado.
Si esto se confirma se repetirá la historia del Galaxy S23, puesto que toda esta familia utilizó un SoC Snapdragon y prescindió del chip Exynos. Los chips Exynos casi siempre han estado por detrás de los Snapdragon en rendimiento y eficiencia, así que salvando contadas excepciones, como la del Galaxy S6 que vino con un Exynos 7420, los chips de Qualcomm han dominado casi siempre en los terminales tope de gama de Samsung.
Esto podría plantear un problema, el precio. El aumento de la demanda del Snapdragon 8 Gen4 haría que el coste de este SoC aumente, y Samsung tendría que aceptar esa subida de precio o que repercutirla a los consumidores aumentando el precio de venta de los Galaxy S25.
