La startup Flow Computing está trabajando en un proyecto que podría revolucionar el mundo de la computación por CPU. Aseguran que tienen una tecnología altamente escalable que puede mejorar el rendimiento de una CPU hasta en 100 veces, y que están preparando un informe completo donde darán nuevos detalles, y que será publicado en algún momento del mes de agosto.
Según la compañía su proyecto son PPUs, unidades de procesamiento paralelo que podrían llevarnos a la era CPU 2.0. Flow Computing dice que la CPU se ha convertido en el enlace más débil de la arquitectura de computación moderna, y que con esas PPUs es posible ayudar tanto a los procesadores de legado como a los futuros modelos a mejorar su rendimiento y a sincronizar las cargas de trabajo de una manera más eficiente.
Esas unidades de procesamiento paralelo pueden ayudar a reducir la latencia y minimizar la cantidad de ciclos de reloj desperdiciados. Con su apoyo, las CPUs pueden alternar entre tareas mucho más rápido, lo que mejora la gestión y la ejecución de diferentes cargas de trabajo en tiempo real.
Estas PPUs necesitan ser instaladas en el encapsulado del procesador, lo que supone que no se puede adaptar como una actualización de hardware para equipos ya existentes, sino que se tiene que montar desde cero en los procesadores. Esto representa un problema, y otro problema importante está en que para poder aprovechar esta tecnología sería necesario alterar el software actual.
Gracias a una reprogramación a profunda a nivel de software estas PPUs podrían mejorar el rendimiento hasta en 100 veces. Son compatibles con procesadores basados en arquitecturas x86, ARM y RISC-V, y se pueden configurar con entre 16 núcleos y 256 núcleos. Para un PC lo ideal serían 64 núcleos.
