ARM ha presentado nuevos cores para sus SoCs en el apartado de las CPUs y también ha anunciado novedades en sus GPUs integradas. Hay propuestas tanto para el segmento flagship en forma de la Immortalis-G925 como para la gama alta con la Mali-G725 y para la gama de entrada en forma de la GPU Mali-G625.

La gama Immortalis es la que lleva compatibilidad con trazado de rayos, que llega ahora a la tercera generación. Además, esta nueva GPU viene con mejoras en rendimiento bruto y en eficiencia. Si se compara con la Immortalis-G720, la G925 mueve juegos un 37% más rápido en FPS. Con el mismo rendimiento, la G925 usa un 30% menos de energía.

En juegos como Genshin Impact, tenemos un 49% de mejora en rendimiento. En Roblox tenemos un 46%. En CoD Mobile, Diablo Immortal, Day After Tomorrow, Fortnite o PUBG Mobile tenemos mejoras de entre un 29% y un 72%.

En trazado de rayos, tenemos mejoras de hasta el 52% en rendimiento, con opciones para priorizar eficiencia o rendimiento. El número de cores de la G925 es de 24, frente a los 16 de la G720, aunque podemos tener variantes con menos cores, hasta 10.

En IA, la Immortalis-G925 es un 30% mejor en escalado de imágenes usando redes neuronales. En otros algoritmos de IA, tenemos mejoras de entre un 40% y un 50%.

ARM también está enfocándose en el software, trabajando con Unreal Engine 5 y Epic Games para llevar este motor a Android. También está trabajando con Google y MediaTek para mejorar el Android Dynamic Performance Framework, que permite ajustar el rendimiento en tiempo real dependiendo de la temperatura del chip.
