Seguimos profundizando en el rendimiento de Senua’s Saga: Hellblade 2. DSOGaming ha compartido un análisis donde pone a prueba la potencia de diferentes tarjetas gráficas, y también el escalado CPU, que es uno de los aspectos más interesantes de este análisis.
Los requisitos mínimos listan un procesador de seis núcleos y doce hilos al nivel de un Ryzen 5 2600, pero en realidad el juego funciona con dos núcleos y dos hilos, y a partir de cuatro núcleos y ocho hilos el rendimiento ya es bueno. Con ocho núcleos y ocho hilos se alcanza el punto óptimo de rendimiento. Se ha utilizado en la prueba un Ryzen 9 7950X3D.
En la prueba de rendimiento gráfico lo interesante es que han utilizado tarjetas gráficas antiguas, algo que no es posible encontrar en muchas otras pruebas. La Radeon RX 580 consigue 14 FPS de mínimo y 15 FPS de máximo en 1080p con calidad máxima, y la GeForce GTX 980 Ti obtiene 16 FPS de media y 13 FPS de mínimo. La Radeon RX Vega 64 solo llega a los 25 FPS de media.
El juego es tremendamente exigente, pero reducir la calidad gráfica puede ayudar a mejorar el rendimiento. Con la GeForce RTX 4090 en 4K y calidad máxima el resultado es de 52 FPS. Con calidad media mejora hasta los 69 FPS, y con calidad baja sube hasta los 78 FPS. Senua’s Saga: Hellblade 2 soporta NVIDIA DLSS 3, y esta tecnología ayuda a conseguir una mayor tasa de FPS sin reducir los ajustes de calidad gráfica.
Un juego muy exigente que no está al alcance de las tarjetas gráficas más antiguas, ni siquiera aunque fuesen en su momento lo más potente del mercado. Quizá la GeForce GTX 980 Ti pueda llegar a los 30 FPS en calidad baja, pero esa tampoco sería la manera ideal de jugar a Senua’s Saga: Hellblade 2.