Un cuello de botella se puede producir cuando el procesador no es capaz de seguir el ritmo a la tarjeta gráfica, lo que hace se reduzca la tasa de utilización de esta y que no pueda trabajar a máximo rendimiento. Dependiendo delo grave que sea el cuello de botella la pérdida de rendimiento puede ser más o menos grave.
RandomGaminginHD ha compartido un vídeo muy interesante sobre este tema, en el que combina una GeForce RTX 4080 SUPER con un procesador Intel 300 Raptor Lake, que tiene solo dos núcleos y cuatro hilos, aunque estos son de alto rendimiento.
La GeForce RTX 4080 SUPER es la segunda tarjeta gráfica más potente que tiene NVIDIA en el mercado, y está diseñada para mover juegos en 4K. Las pruebas se han hecho en esa resolución, algo que no es habitual pero sí interesante, porque nos va a permitir ver si en 4K un procesador tan limitado como este puede aguantar o si tiene problemas.
Incluso con esa resolución el Intel 300 queda pequeño a la GeForce RTX 4080 SUPER. En 4K con calidad alta logra una media de 54,9 FPS y un mínimo de 32,1 FPS, y la tasa de uso de la GPU llega a caer al 50%. Con un Intel Core i5-12600K la media sube a 70,8 FPS, y lo más importante es que el mínimo sube a los 59,9 FPS.
En Starfield la diferencia es todavía más grande. De nuevo la GeForce RTX 4080 SUPER queda infrautilizada, y el Intel 300 consigue 38,3 FPS de media y 14,2 de mínimo. Con un Intel Core i5-12600K la media sube a 68,8 FPS y el mínimo a 57,5 FPS. Con todos los juegos de la comparativa hay un cuello de botella enorme provocado por el Intel 300, y la GeForce RTX 4080 SUPER se ve seriamente limitada.