El gaming retro tiene una legión de fans dispuestos a pagar casi cualquier cosa por conseguir esos juegos que para ellos son todo un sueño. En muchos casos se trata de adultos que buscan esos juegos que tuvieron o que siempre quisieron cuando eran pequeños, y si estos están en buen estado pueden alcanzar precios desorbitados.
Castlevania en su versión original para NES es uno de los títulos más codiciados en el mercado del coleccionismo retro, pero su valor cambia dependiendo mucho de lo bien conservado que esté. Hasta ahora se creía que no quedaban unidades nuevas, es decir, totalmente selladas y conservadas en perfecto estado, pero nos equivocábamos. Una unida apareció en eBay con una etiqueta que indica un precio de 27,87 dólares, pero en la subasta rápidamente se disparó a los 37.000 dólares.
La subasta fue subiendo y al final se cerró en 90.000 dólares. El ganador de la subasta tuvo mucha suerte, porque logró superar la puja anterior en el último momento con un incremento de solo 100 dólares. Si no me equivoco, creo que esta es la subasta más cara de un juego celebrada hasta la fecha en eBay, aunque se han subastado tantas cosas en esa plataforma que puedo estar equivocado.
Si hablamos de subastas de juegos en general, sin tener en cuenta el medio o la plataforma, otro de los juegos más caros vendidos que recuerdo fue una copia de Super Mario Bros, el original de NES, en estado perfecto y sin abrir. En 2021 este juego alcanzó un valor de 660.000 dólares en una subasta, toda una fortuna que seguramente le arregló la vida al afortunado vendedor. El más caro de la historia creo que fue una copia de Super Mario Bros 64 sin abrir y en perfecto estado, que alcanzó los 1,5 millones de dólares.
El tema con este tipo de subastas es que estos juegos no pierden valor, todo lo contrario, normalmente con el paso del tiempo siguen ganando valor, siempre que se conserven igual de bien y sin abrir, porque las unidades nuevas se vuelven cada vez más escasas. Son una buena inversión, y no creo que nadie los vaya a abrir para echar una partida.
