Los procesadores Intel Core Gen 13 y los Core Gen 14, también conocidos como Raptor Lake Refresh, están dando problemas de estabilidad en juegos, y la situación ha llegado a un nivel preocupante en Corea del Sur, lo que ha hecho que se inicie una investigación en dicho país para obtener más información.
Son varios los usuarios que han confirmado problemas con los procesadores tope de gama de las series Intel Core Gen 13 y Gen 14, que son los que alcanzan mayores temperaturas de trabajo, y los que tienen problemas para mantenerse en temperaturas inferiores a los 95 grados C incluso con sistemas de refrigeración líquida.
Con la creciente utilización de compiladores de shaders previos en juegos, que utilizan el 100% de la CPU para compilar los shaders en el menor tiempo posible, procesadores como el Intel Core i9-13900K y el Intel Core i9-14900K están teniendo problemas de estabilidad que solo se solucionan con una bajada de frecuencias. Este problema ha sido apuntado incluso por algunas desarrolladoras de videojuegos.
El agresivo modo turbo que utilizan esos procesadores, y los modos de máximo rendimiento que permiten utilizar algunas placas base, pueden hacer que la situación empeore. Reducir la velocidad y los voltajes puede evitar una degradación de esos procesadores cuando trabajan a unas temperaturas muy altas, pero esto hace que tengamos que sacrificar rendimiento y que el chip rinda peor de lo que pensábamos cuando lo compramos.
La situación se ha vuelto especialmente complicada en Corea del Sur, donde se devuelven alrededor de 10 procesadores Intel Core Gen 13 y Gen 14 a diario. Intel ha confirmado que está al corriente de este problema y que ya ha abierto una investigación para descubrir qué es lo que está pasando. Este problema solo parece afectar a los Core i9, y no tengo indicios de que haya ocurrido en modelos inferiores, como los Core i7 o Core i5.
