La arquitectura RISC sigue demostrando su potencial. Esta vez ha logrado un importante avance con su integración en una controladora para unidades SSD PCIe Gen5, conocida como YRS820. Este chip utiliza un diseño RISC-V, y es capaz de alcanzar velocidades de lectura secuencial de hasta 14 GB/s y velocidades de escritura secuencial de 12 GB/s.
Esas velocidades no son nada que no hayamos visto antes, pero lo importante, lo innovador es que esta controladora puede trabajar a esas velocidades sin necesidad de utilizar un sistema de refrigeración activo, porque no genera tanto calor como otras soluciones equivalentes. La controladora Phison E26 utiliza cuatro núcleos ARM Cortex-R5 y un núcleo RISC-V AndesCore N25F, lo que le permite alcanzar una velocidad de 14,5 GB/s en lectura secuencial y 12,7 GB/s en escritura secuencial, pero necesita disipación activa para evitar problemas de temperatura.
La controladora basada en RISC-V puede trabajar además a 2.667 MT/s, mientras que la Phison E26 llega a los 2.400 MT/s. Todo esto la convierte en una alternativa interesante para futuros desarrollos de unidades SSD PCIe Gen5, que podrán ofrecer un alto nivel de rendimiento sin necesitar de una solución de refrigeración activa, que son muy molestas porque los ventiladores que traen suelen hacer mucho ruido.
Las pruebas realizadas con esa controladora se limitaron a aplicaciones sintéticas como CrystalDiskMark, así que puede que en escenarios más exigentes donde se realizan operaciones continuadas de escritura el calor la cosa sea distinta, y sí que surjan pequeños problemas de temperatura. Hasta que no se realice un análisis independiente con distintas pruebas es imposible darlo por seguro, pero la posibilidad está ahí.
