El mercado de las consolas portátiles pasó de estar casi olvidado hace unos años a experimentar un gran interés y crecimiento. Nintendo Switch abrió el melón, y después la siguieron otros sistemas como la Steam Deck, la ASUS ROG Ally, la Lenovo Legion GO y la MSI Claw, que utilizan configuraciones más propias de un PC y que en el caso de las tres últimas están limitadas a Windows 11 como sistema operativo.
AMD está presente con sus APUs en muchas de esas consolas. De los modelos más populares que existen hoy solo la MSI Claw utiliza un SoC Intel Meteor Lake, que integra CPU y GPU, y la Steam Deck, que es la más popular, viene con una APU AMD Ryzen basada en Zen 2 y con GPU RDNA 2. Intel ha intervenido porque no quiere dejar sola a AMD en este mercado, y se rumorea que NVIDIA podría irrumpir también, pero de una manera distinta.
Según los rumores, NVIDIA no va a ofrecer soluciones personalizadas para que se integren en consolas portátiles, sino que estaría pensando directamente en lanzar su propia consola portátil, y esta tendría un enfoque completamente premium. No está confirmado, y con NVIDIA impulsando a Nintendo Switch 2 es complicado darle mucha credibilidad a esta información, porque podría ir contra los intereses de Nintendo, pero tampoco es algo que podamos descartar.
La pregunta del millón es qué especificaciones podría tener esa consola premium de NVIDIA, y ahora mismo no hay respuesta, aunque la compañía tiene muchas opciones. Dentro de todas esas opciones la más sensata y simple sería montar un SoC Tegra especialmente diseñado para esa consola, basado en una arquitectura de última generación y con soporte de las tecnologías más avanzadas que tenga NVIDIA en el momento. NVIDIA debería tener cuidado con el precio de venta, incluso aunque plantee esta consola como un sistema premium.
