El trazado de rayos es una tecnología muy exigente que necesita de una tarjeta gráfica con hardware especializado para poder funcionar, ¿pero sería posible activarla en una GPU integrada sin que el rendimiento sea terrible? RandomGaminginHD ha publicado un nuevo vídeo donde responde a esa pregunta probando la APU Ryzen 7 8700G.
Esa APU tiene una CPU de 8 núcleos y 16 hilos basada en Zen 4 con 16 MB de caché L3, y viene acompañada de una GPU integrada Radeon 780M que cuenta con 768 shaders, 48 TMUs, 32 ROPs y 12 núcleos para acelerar trazado de rayos. Está basada en la arquitectura RDNA 3, que introdujo mejoras en la computación y el trabajo con trazado de rayos.
Cyberpunk 2077 con trazado de rayos en ultra, FSR 2.1 en modo rendimiento y calidad baja en resolución 1080p funciona con medias de 20 FPS. Si se activa el FSR 2. 1 en modo ultra rendimiento la tasa media sube a 31 FPS en zonas exigentes. En otras zonas menos exigentes la media puede superar los 40 FPS. En este juego es posible jugar con trazado de rayos en ultra, pero haciendo muchos sacrificios y aplicando un reescalado muy agresivo que reduce mucho la nitidez.
En Alan Wake 2 con resolución 1080p, FSR 2 en modo ultra rendimiento, que reduce la resolución a 360p, calidad baja y trazado de rayos en alto la tasa media es de entre 11 y 14 FPS en el bosque, que es una de las zonas más exigentes. Probablemente en el pueblo habría sido de 20 FPS o más, pero sigue siendo injugable.
Con Fortnite la cosa mejora bastante y sí se puede jugar con trazado de rayos y una buena fluidez, en 1080p, pero utilizando reescalado en modo rendimiento y calidad baja. Es el juego que mejor funciona con trazado de rayos sobre la APU Ryzen 7 8700G de todos los probados. Otros títulos que utilizan un trazado de rayos muy discreto, como Resident Evil 4 Remake, deberían funcionar bien con esta APU.