El precio de las consolas de próxima generación podría subir para mantener los saltos de potencia esperados. Esta conclusión se desprende de las declaraciones del CEO de Sony Interactive Entertainment, Hiroki Totoki, quien ha dicho que el coste de los componentes de PS5 es cada vez más caro, y que no se está reduciendo conforme avanza el ciclo de vida de la consola.
Los precios en el mundo de los semiconductores también han cambiado de tendencia. El coste por transistor se ha mantenido estable, y varias previsiones apuntan a que podría incrementarse con la llegada de futuros avances y cambios de nodo. Esto haría que utilizar un nodo con un tamaño de transistor más bajo ya no permita reducir costes, lo que supondría que los componentes básicos de consolas, ordenadores y otros dispositivos acaben siendo cada vez más caros.
Si esto se cumple, y parece probable que así sea, los fabricantes de consolas tendrán solo tres opciones. Una sería lanzar consolas potentes con los saltos generacionales esperados pero un precio más caro, la segunda opción sería lanzar consolas menos potentes de lo esperado pero menos caras, y la tercera lanzar consolas más potentes pero con un precio menos elevado. En este último caso serían ellos los que tendrían que asumir el incremento de costes y vender sus consolas con pérdidas, algo que es frecuente en este mundo.
Puede que la cosa empeore por el peso que está ganando el trazado de rayos, una tecnología muy exigente que obliga a utilizar hardware especializado y componentes mucho más potentes. PS6 y la sucesora de Xbox Series X serán las primeras consolas que nos mostrarán si esta información se cumple, y si nos encontramos ante el inicio de un cambio de tendencia en el sector de las consolas, marcado ahora por evoluciones mucho menores y ciclos de vida todavía más largos en las generaciones anteriores.