La Ryzen 5 8600G es una APU de nueva generación de AMD que tiene una CPU Zen 4 de 6 núcleos y 12 hilos y una GPU Radeon 760M integrada, basada en la arquitectura RDNA 3. Esta GPU integrada tiene soporte completo en los últimos drivers de AMD, y puede utilizar la tecnología FSR 3 Fluid Motion Frames.
Gracias a esta tecnología, que genera fotogramas mediante un proceso de interpolación, es posible mejorar la fluidez en cualquier juego compatible con DirectX 11 o DirectX 12 activándola a través de los drivers. Es necesario ejecutar el juego a pantalla completa para que funcione, desactivar V-Sync y AMD recomienda que la tasa de FPS base sea de al menos 60.
Hardware Times ha probado esta tecnología con la GPU integrada Radeon 760M, y ha llegado a la conclusión de que mejora la fluidez de forma consistente y de que vale la pena activarla. Con FSR 3 FMF la APU Ryzen 5 8600G fue capaz de mover Hitman 3 en 1080p con calidad baja y FSR 2 en modo equilibrado a 88,5 FPS de media, Shadow of the Tomb Raider también en 1080p con calidad baja y FSR 2 en modo equilibrado funcionó a 68,8 FPS de media, y Crysis Remastered se movía a 58,1 FPS de media con la misma configuración.
Esta tecnología hace que sea posible jugar con mayor fluidez a juegos exigentes en 1080p y con calidad baja, activando siempre el reescalado, pero la fuente dice que es difícil hacer mediciones porque no tiene soporte en aplicaciones de terceros y tienen que tirar de datos recopilados vía driver, que aparecen en un excel. Esto debería cambiar con el tiempo, y fue algo que también le ocurrió a NVIDIA en su momento con la tecnología DLSS 3, que no era posible hacer mediciones correctas de forma normal.
