El CEO de Intel, Pat Gelsinger, ha dicho en el World Economic Forum de este año que las sanciones que Estados Unidos ha impuesto a China afectarán a su capacidad para fabricar semiconductores, y que como consecuencia de ello estará diez años por detrás del nodo y la tecnología más avanzada de cada momento.
Si se aplicara esto al momento actual, equivaldría a volver a 2014, un año en el que el nodo más puntero que tenía Intel era el de 14 nm presente en Broadwell. El nodo de 14 nm ha quedado obsoleto, pero todavía puede ser funcional y viable en muchos sectores de la industria.
Esa comparación casa con lo que dijo después Pat Gelsinger, cuando concretó que las restricciones impedirán a China acceder a las herramientas necesarias para fabricar semiconductores de última generación, y que se quedará estancada en los nodos de 14 nm y de 7 nm. Comparando con los nodos de 3 nm y de 2 nm la diferencia será muy grande, pero puede que a China le baste para cubrir buena parte de sus necesidades a nivel doméstico.
Las restricciones a China que ha impuesto Estados Unidos fueron, en parte, la respuesta al rápido crecimiento que estaba experimentando el país en el mundo de los semiconductores, y para que ese bloqueo sea efectivo ha sido fundamental la cooperación entre Estados Unidos, Holanda y Japón.
Durante ese evento Pat Gelsinger también habló de la fragilidad de la cadena de suministros, y de la necesidad de dejar de depender de países asiáticos para la fabricación de semiconductores. No es fácil por los costes y la inversión necesaria para ello, aunque Estados Unidos hizo un movimiento muy importante con la CHIPS Act, que ha beneficiado muchísimo a Intel.