AMD ha arrancado la fase de producción de los procesadores basados en Zen 5, una arquitectura de nueva generación que supondrá una evolución de Zen 4, aunque sin cambios drásticos. Esto podría indicar que Zen 5 repetirá el uso de chiplets para crear configuraciones de hasta 16 núcleos y 32 hilos en procesadores de consumo general.
Como la fase de producción en masa ya es una realidad el lanzamiento de los primeros procesadores basados en Zen 5 podría producirse a finales de este mismo año, quizá entre los meses de septiembre y octubre, fechas que son también las que debería aprovechar Intel para lanzar la serie Arrow Lake, una generación que competirá directamente con Zen 5 y que seguirá la estela de Meteor Lake.
No hay mucha información sobre Zen 5, pero según la propia AMD esta arquitectura ofrecerá no solo un mayor rendimiento, derivado del aumento de frecuencias y de la mejora del IPC, sino también una mayor eficiencia energética y que cuente con algún tipo de optimización o de hardware dedicado para trabajar con IA y aprendizaje profundo. Lo más normal sería que AMD optase por montar una NPU en estos procesadores para competir con Intel.
Con independencia del rendimiento o la eficiencia, AMD tendrá una ventaja importante frente a Intel con su arquitectura Zen 5, y es que todos los procesadores que lleguen al mercado utilizando esa nueva generación de procesadores serán compatibles con las placas base AM5 actuales. Aquellos que quieran actualizar de un procesador basado en Zen 4 a uno basado en Zen 5 no tendrán que cambiar la placa base.
En el caso de Intel Arrow Lake está confirmado que esta nueva generación de procesadores utilizará el socket LGA1851, lo que supondrá el final del camino para los que tengan un PC con una placa base LGA1700.
