La demanda interpuesta contra Sony por un presunto caso de estafa a los consumidores en Reino Unido ha salido adelante. A la compañía no le ha funcionado el intento de que esta acabase siendo desestimada, y tendrá que enfrentarse a uno de los casos más complicados del sector en los últimos años.
La demanda fue interpuesta el pasado mes de agosto de 2022 por Alex Neill, en representación de 8,9 millones de clientes de PlayStation. En la misma se dice que Sony abusa de su posición dominante en el mercado y que carga a los consumidores precios excesivos a través de la PlayStation Store. Esa situación se describe casi como de monopolio en las ventas de juegos en formato digital, y también de contenidos adicionales para los juegos y para PlayStation.
También se indica que Sony establece condiciones y términos draconianos tanto a los desarrolladores como a los publicadores que quieran acceder a la tienda oficial de PlayStation, y que carga una comisión por venta del 30%, lo que resulta en un incremento de los precios finales que hace que estos no sean nada justos para los clientes, que finalmente se encuentran con unos costes disparados.
Que la demanda siga adelante no es sinónimo de culpabilidad, solo indica que el juez ve indicios y que la demanda tiene un fundamento mínimo. Ahora cada parte tendrá que demostrar que sus argumentos y pretensiones son ciertos. Neill quiere que los clientes recuperen lo que es suyo como consecuencia de la violación de la ley cometida por Sony. Si gana este juicio, se estima que cada participante de la demanda colectiva recibirá entre 67 y 562 libras en daños, que equivalen a 77 y 646 euros respectivamente al cambio actual.
