Los Intel Core Gen9 fueron una generación polémica, porque Intel decidió que era buena idea eliminar el HyperThreading de los Core i7, y con ese movimiento creó una de las generaciones con peor valor precio-rendimiento de la historia. El Intel Core i7-9700K debería haber tenido 8 núcleos y 16 hilos, pero como no tenía HT solo podía manejar 8 hilos. Esta tecnología se dejó como exclusiva del Core i9-9900 para forzar un carácter exclusivo que perjudicó a los usuarios.
AMD hizo todo lo contrario, incluso los Ryzen 3 3000 y Ryzen 5 3000 ofrecían la tecnología SMT. Gracias a esto sus procesadores podían trabajar con el doble de hilos. El Ryzen 5 3600 tenía 6 núcleos y 12 hilos, mientras que el Intel Core i5-9600K tenía 6 núcleos y 6 hilos. Este último tenía algunas ventajas, como sus velocidades de trabajo, que eran más altas, y esto le permitía ofrecer un mayor rendimiento en entornos que dependían más del rendimiento monohilo que del total de hilos, como los juegos.
El tiempo ha pasado, y ahora cada vez más juegos pueden escalar mejor en CPUs de 6 núcleos y 12 hilos. Con este panorama es interesante ver cómo ha evolucionado el rendimiento del Intel Core i5-9600K frente al Ryzen 5 3600, y eso es lo que ha hecho Hardware Unboxed en un nuevo vídeo.
El Intel Core i5-9600K tiene 6 núcleos y 6 hilos y funciona a 3,7 GHz-4,6 GHz, mientras que el Ryzen 5 3600 tiene 6 núcleos y 12 hilos y se mueve a 3,6 GHz-4,2 GHz. Con una GeForce RTX 4090 la media en 21 juegos da como ganador al Ryzen 5 3600 por una diferencia de 4 FPS de media y 9 FPS de mínimo. El Ryzen 5 3600 consigue una media de 98 FPS en 1080p y el Intel Core i5-9600K queda en 94 FPS.
Al subir la resolución las diferencias se reducen, pero no desparecen. En 1440p la media es de 97 FPS para el Ryzen 5 3600 y de 92 FPS para el Intel Core i5-9600K, y en 4K los resultados pasan a ser de 91 FPS y 87 FPS. Ambos son un cuello de botella gigante para la GeForce RTX 4090 incluso en 4K.