Blizzard ha cumplido su palabra, Diablo IV ya está disponible en Steam, pero el juego no ha sido bien recibido en la plataforma de Valve. Lo que debería ser algo ampliamente celebrado se ha convertido en un calvario para Blizzard, compañía que es propiedad de Activision, y que ha sido comprada junto a esta por Microsoft.
Es difícil saber si el aluvión de valoraciones negativas que ha recibido Diablo IV se deben al odio de algunos por esa operación de compra por parte de Microsoft, o si simplemente se trata de una campaña masiva de desprestigio porque, para algunos, Diablo IV no ha estado a la altura de las expectativas y porque ha acabado perjudicando a Diablo II Resurrected.
La cuestión es que el bombardeo de valoraciones negativas que ha recibido Diablo IV ha sido tan enorme, y tan complicada, que ahora mismo el juego tiene la consideración de "variadas" en la categoría general que hace una media de las opiniones. Parece que Steam está haciendo limpieza de opiniones falsas e intentando filtrar las que son reales y están debidamente argumentadas de aquellas que son un mero troleo por parte de los usuarios de la plataforma.
No es la primera vez que un juego sufre este tipo de ataques, y ya ha quedado claro en más de una ocasión que Steam debería tomar medidas para prevenirlas. La censura no es una solución adecuada, pero quizá se podrían establecer otras limitaciones que no equivalgan a censurar o coartar la libertad de expresión, pero que al mismo tiempo sean útiles, como limitar la posibilidad de valorar a aquellos que han jugado al juego durante un número determinado de horas.
