Blackwell es el nombre con el que se conoce a la próxima arquitectura gráfica de NVIDIA, aunque no está claro si esta será exclusiva de sus modelos profesionales o si tendrá también utilización en modelos de consumo general. Las informaciones no se ponen de acuerdo y todavía no hay nada seguro, pero por lo que se ha filtrado hasta ahora parece que Blackwell solo llegará a las aceleradoras gráficas para servidores y centros de datos, y que NVIDIA utilizará otra arquitectura para sus tarjetas gráficas de consumo.
El modelo más potente dentro de la próxima generación de tarjetas gráficas de NVIDIA será la GeForce RTX 5090. Esta se convertirá en el próximo tope de gama de la compañía, y tendrá una configuración que superará ampliamente a la GeForce RTX 4090. Según una nueva información, la GeForce RTX 5090 tendrá una configuración de 24.576 shaders de nueva generación bajo un diseño monolítico, utilizará el nodo de 3 nm, trabajará a una frecuencia de hasta 2,9 GHz gracias al modo turbo, estará equipada con un bus de 384 o de 512 bits y tendrá 24 o 32 GB de memoria GDDR7, dependiendo del bus que utilice NVIDIA.
Como ocurrió con Ada Lovelace, la arquitectura que dará forma a la GeForce RTX 5090 dará un salto importante en la cantidad total de caché L2, que podría subir hasta los 128 MB. El ancho de banda total podría alcanzar los 1,54 TB/s, una cifra descomunal. Los valores de TGP no se conocen, y tampoco han trascendido los valores de consumo que podría tener esta tarjeta gráfica, pero a pesar del salto al nodo de 3 nm podrían ser bastante altos.
Se rumorea que el lanzamiento de la GeForce RTX 5090 tendrá lugar entre finales de 2024 y principios de 2025, dependiendo de cómo evolucionen las ventas de las GeForce RTX 40 y del tiempo que necesite NVIDIA para limpiar stock.