Las estafas y engaños están a la orden del día, y son uno de los principales peligros de Internet que, con el auge de las redes sociales y de las personalidades públicas en la red, no ha hecho más que crecer.
Según una encuesta realizada por Deloitte solo un 5% de los boomers que participaron en ella dijeron haber sido víctimas de una estafa online. Esta generación corresponde con los nacidos entre 1946 y 1964. Por contra, un 16% de los encuestados que pertenecen a la generación Z reconocieron haber sufrido algún tipo de estafa en Internet.
La generación Z corresponde a los nacidos entre 1991 y 2012, así que es una generación mucho más joven y con mayores conocimientos y facilidad para la tecnología actual. Este es un detalle que explica ese resultado, y es que los boomers normalmente hacen un uso más limitado de la tecnología, socializan menos a través de Internet y no sienten el mismo interés por las redes sociales y otras fuentes que representan un riesgo potencial de sufrir una estafa.
Eso reduce el riesgo de que los boomers puedan sufrir estafas, y a menor riesgo menor cantidad de afectados. Según este informe la generación Z también suele sufrir más casos de hackeos en sus cuentas sociales, un 17% frente al 8% de los boomers, algo que también se explica por lo que acabo de decir.
Otros tipos de cibercrimen, como el phishing, el robo de identidad, las estafas con motivaciones románticas o sexuales y el ciberacoso se dirigen más a la generación Z que a los boomers, y los primeros sufren también más casos de fraude. Estos resultados ponen en evidencia que las generaciones más jóvenes son más propensas a sufrir la peor cara de Internet, y que la red de redes sigue siendo un buen lugar para la delincuencia.
