Los mods siempre han estado asociados a la saga Diablo, aunque esto no significa que hayan sido considerados como legales. Me acuerdo de que en Diablo II era habitual utilizar un mod que permitía ver todas las zonas del mapa sin haberlo explorado antes, algo que daba una ventaja importante porque aceleraba el proceso de farmeo. También han existido otros mods más complejos, e incluso rutinas y bots.
Diablo IV no está siendo la excepción, pero Blizzard se está tomando el asunto muy en serio, y ya ha dicho que no importa lo leves o incluso benignos que sean sus efectos, todos los mods que se apliquen al juego serán considerados como trampas, y por tanto aquel que los utilice será baneado, y este ban podría acabar siendo permanente, lo que supondría la pérdida de la cuenta y de todo su contenido en el juego.
Un ejemplo de mod inofensivo pero prohibido es TurboHUD, que permite ampliar las opciones y posibilidades de personalización de la interfaz de Diablo IV. Con él es posible mejorar la visibilidad del mapa, identificar mejor los recursos y los objetos perdidos y visualizar datos de interés. Solo se puede acceder a él a través de Discord y requiere de una suscripción mensual de 12 dólares, así que es una manera de hacer negocio a costa del juego de Blizzard.
Según Blizzard, como este juego está diseñado para que solo pueda jugarse en línea cualquier mod puede afectar a la experiencia de uso de otros jugadores, es un riesgo y no están dispuestos a asumirlo. Los mods serían legales en el modo offline, pero este no existe en Diablo IV.
Blizzard también ha generado polémica recientemente por el sistema de activación del pase de batalla, que es demasiado rápido y directo, y que no muestra ningún aviso al usuario para evitar activaciones por error.
