Sony no quiso esperar más y cerró un acuerdo con Microsoft para asegurar la presencia de Call of Duty en PlayStation durante los próximos diez años. Que Sony haya hecho esto, con lo reacia que era a la compra de Activision Blizzard, es un claro síntoma de que está viendo que esa operación va a salir adelante, y que no tiene más remedio que resignarse a ello.
Microsoft lo tiene casi todo a su favor para poder finalizar la compra de Activision Blizzard, pero al final no ha podido hacerlo dentro del tiempo límite que se había fijado, y ha tenido que renegociar con Activision Blizzard un nuevo acuerdo para ampliar el plazo de compra. Este nuevo acuerdo lo extiende hasta octubre, aunque no parece que vaya a ser necesario tanto tiempo, porque ahora mismo la única que realmente plantea dudas es la CMA, pero es poco probable que acabe manteniendo esa postura tan rígida tras la derrota de la FTC y la opinión favorable mayoritaria de otros entes reguladores de la competencia.
La fecha concreta establecida como límite en el nuevo acuerdo es el 18 de octubre de este año. Microsoft y Activision Blizzard se han mostrado optimistas, y creen que llegarán a un acuerdo antes, pero la segunda reconoce que tiene que terminar de negociar con la CMA para intentar buscar un punto de encuentro.
En este acuerdo se contempla también el pago de diferentes cuotas si no se finaliza la operación de compra, y se fijan distintos límites temporales. La cuota máxima a pagar sería de 4.500 millones de dólares, pero solo en el caso de que al final no sea posible realizar la operación de compra.
