Los problemas que han dado los conectores de alimentación adicional de 16 pines generaron una fuerte polémica que todavía no se ha terminado de zanjar, aunque los casos de tarjetas gráficas basadas en dicho conector que han fallado desde que se supo la causa del problema se han reducido mucho.
Se dijo, en un principio, que el cable podría estar defectuoso, luego que una de las dos versiones que se utilizaban era más propensa a fallar, y también que doblar mucho el conector en su parte más alta podría incrementar el calor y el riesgo de fallo. Al final, la causa principal era mucho más simple, algunos usuarios no llegaban a conectar bien el adaptador, no lo introducían hasta el final, y esto generaba una resistencia que al final acababa quemando el conector.
Para evitar este problema muchos fabricantes han tomado medidas. GIGABYTE, por ejemplo, utiliza indicadores luminosos en algunas tarjetas gráficas para que el usuario sepa cuando ha conectado bien el adaptador, y ahora MSI también ha decidido ponerse seria con un nuevo cable para sus fuentes de alimentación que utiliza dos colores distintos, amarillo y negro.
Ese juego de colores tiene una explicación, y es que al diferenciar la zona que se introduce en el puerto de alimentación del cuerpo del conector podemos ver de forma clara si lo hemos conectado bien o no. Según MSI si vemos algo de color amarillo está mal conectado, y si no vemos nada está bien conectado. Simple, pero efectivo, un buen enfoque por parte de MSI, que ha dado con una solución muy útil que además no incrementa de ninguna manera los costes de fabricación, y que se puede implementar en fuentes de alimentación ya existentes al comprar un cable nuevo.