Microsoft ha decidido recurrir la decisión de la CMA, una decisión que nos cogió a todos por sorpresa y que impide a los de Redmond seguir adelante con la operación de compra salvo que estén dispuestos a hacer sacrificios importantes.
Esos sacrificios pasarían por no poder distribuir ni vender los productos de Activision Blizzard en Reino Unido, y tampoco podría ofrecer servicios que contasen con dichos productos. Este sería el precio a pagar si decidiera seguir adelante con la compra haciendo caso omiso del veto de la CMA. Microsoft todavía tiene otra opción, y ha sido esa de apelar la decisión del organismo británico regulador de la competencia.
La decisión de vetar esa compra generó mucha polémica, malestar y críticas. Microsoft llegó a decir que el veto era malo para Reino Unido, y Activision Blizzard comentó que era una decisión "irracional". La apelación ya está hecha, y será el Tribunal de Apelación de la Competencia británico el encargado de resolverla. Si no pasa nada, dará una resolución antes de nueve meses.
Aunque el plazo para resolver es bastante largo, el CEO de Activision Blizzard, Bobby Kotick, comentó recientemente que espera que el caso se resuelva con gran rapidez, sobre todo porque opina que las conclusiones a las que llegó la CMA fueron tan pobres y estuvieron tan llenas de defectos que todo debería ir "rápido".
Europa y China también dieron el ok a la operación de compra, y anteriormente lo hizo también Japón, así que la CMA y la FTC se han quedado prácticamente solas en su rechazo a la compra de Activision Blizzard por parte de Microsoft. Todavía no hay nada decidido, pero el CEO de Microsoft dejó caer que si no ganan la apelación podrían plantearse comprar Activision Blizzard y no vender sus productos en Reino Unido.
