Las placas base con chipset H610 son las más económicas que existen en el mercado si queremos montar un procesador Intel Core Gen12 o Intel Core Gen13. Utilizan el chipset de gama baja de Intel, y tienen un nivel de prestaciones reducido en comparación con los modelos superiores, las B660 y B760, pero para configurar equipos con procesadores Core i3-12100F, Core i5-12400F o Core i5-13400F son opciones muy interesantes.
La disponibilidad de este tipo de placas ha sido, mayoritariamente, en versiones con soporte de memorias DDR4. Esto se debe a que los fabricantes han querido reducir costes al máximo para posicionar sus placas base H610 como opciones muy económicas, pero ahora la cosa está cambiando, y esos mismos fabricantes ven cada vez con mejores ojos lanzar una mayor cantidad de modelos con soporte de memoria DDR5.
El principal detonante de ese empuje de placas base H610 con soporte de memoria DDR5 sería la bajada de precio de la memoria DDR5 y la ganancia de rendimiento que se consigue al utilizar este tipo de memoria, incluso con procesadores de gama baja y de gama económica, que son a los que se destinan este tipo de placas base. Ahora que es posible comprar kits de DDR5 de 16 GB a buen precio, estas placas base tienen mucho más valor, y un mayor atractivo.
Como la disponibilidad de placas base con chipset H610 y DDR5 es tan limitada estas son buenas noticias, aunque todavía no hay información sobre el precio de venta de esas placas base. Debería ser bajo, pero siempre suele ocurrir que los modelos con mejor calidad de construcción se acaban pisando demasiado con modelos un escalón por encima. Intel planea reducir la producción de chipsets B660 y Z690, pero no la producción del chipset H610, así que por ese lado también es una buena noticia este enfoque de los fabricantes.
