AMD presentó hace poco las placas base A620, una generación muy esperada porque abre las puertas a los usuarios a una serie de modelos económicos que facilitarán el montaje de equipos basados en procesadores Ryzen 7000 con un coste más bajo.
Esas placas base permitirán montar memoria DDR5 a 6.000 MHz (en la mayoría de los casos) gracias a los perfiles AMD EXPO, lo que significa que no vendrán con limitaciones de overclock en la memoria RAM, y que con estas placas base será posible llegar a un nivel óptimo en la velocidad y latencia de la memoria RAM. La propia AMD dijo que el punto ideal para los Ryzen 7000 estaba en los 6 GHz.

La compañía también ha confirmado que estas nuevas placas base no tendrán soporte de overclock, y que tampoco elevarán las frecuencias de forma automática recurriendo a la tecnología Precision Boost Overdrive, así que habrá una pequeña pérdida de rendimiento frente a los modelos basados en chipset B650 y superiores.
El sistema de VRM (alimentación) que traerán las placas base A620 estará optimizado para procesadores con un TDP de 65 vatios, así que AMD recomienda utilizar este tipo de CPUs con dichas placas base. En caso de utilizar procesadores con un TDP mayor la compañía ha dicho que estas funcionarán siempre que tengamos instalada una versión de AGESA compatible con ellos, pero que su rendimiento final se verá limitado por el VRM, sobre todo en escenarios multihilo.

En juegos, AMD dice que las limitaciones del VRM tendrán un impacto muy pequeño. Esto se debe a que los juegos no llegan a poner al máximo un procesador con un alto número de hilos, y no representan una carga de trabajo intensiva en ese sentido, así que el VRM podrá cubrir las necesidades de alimentación sin demasiados problemas.
Las placas base A620 de AMD tienen un precio de partida de 85 dólares. Al cambio en euros, y con impuestos, es muy probable que se muevan en un precio de partida aproximado de 99 euros los modelos más económicos.