Después de unos años que han estado marcados por importantes subidas de precio en el sector tecnológico hemos llegado, al fin, a un momento en el que muchos de esos precios están bajando a niveles que nos habrían parecido impensables.
Uno de los componentes que más ha bajado de precio ha sido el SSD. Con la escasez de chips superada, una demanda a la baja y la memoria NAND Flash acumulándose en los almacenes de los grandes fabricantes es normal que este componente haya bajado hasta un 30% de precio en lo que llevamos de año, y parece que se irán produciendo nuevas bajadas en los próximos meses.
Los precios en España también han bajado mucho. Solo con buscar un poco es fácil encontrar unidades SSD PCIe NVMe M.2 de 1 TB de capacidad con un precio inferior a los 60 euros, y hasta los modelos más caros por rendimiento y capacidad han ido bajado de precio hasta quedar en unos niveles que los hacen más interesantes y más asequibles.
La bajada de precios no ha sido general, algunos fabricantes de hecho han mantenido o incluso han aumentado ligeramente el precio de algunos de sus SSDs, pero la tendencia general es a la baja, y comprar un SSD es hoy mucho más barato de lo que era el año pasado. Cuando el mercado toque fondo, y se produzca una limpieza de stock, es muy probable que los precios se vayan recuperando y que empiecen a subir, así que este sería un buen momento para comprar un SSD si tienes previsto hacerlo. Esperar un poco también puede ser una buena idea porque se espera que los precios bajen todavía más en los próximos meses, pero no sabemos exactamente cuánto tiempo se mantendrá esta tendencia a la baja.
