Nintendo y Microsoft han firmado un acuerdo que podría poner las cosas un poco más fáciles a Microsoft para comprar Activision Blizzard. Ese acuerdo es un compromiso por parte de Microsoft para llevar, durante diez años, la saga Call of Duty a las consolas de Nintendo.
Activision Blizzard no lleva su conocida franquicia a una consola de Nintendo desde hace muchos años, pero esto no le ha impedido marcarse un éxito arrollador con Nintendo Switch. Este compromiso destaca que quieren ofrecer a los jugadores la posibilidad de elegir en qué plataforma quieren jugar, y que desean competir en igualdad de condiciones.
Microsoft está dispuesta a todo para poder cumplir su objetivo de comprar a Activision Blizzard, y también han ofrecido acuerdos a Sony para garantizar que Call of Duty llegará a PlayStation durante muchos años, pero parece que a la compañía japonesa esto no le termina de convencer porque cree que es posible que dentro de unos años Microsoft dé marcha atrás y los deje sin Call of Duty.
Que Microsoft no lo tiene fácil es un hecho, pero también es otro hecho que este acuerdo con Nintendo pone presión sobre Sony para que esta se acabe viendo obligada a buscar un acuerdo con Microsoft. El choque entre ambas empresas ha arrastrado a otros grandes del sector con intereses en la materia, como EA, Steam, NVIDIA y Google.
Las entidades reguladoras de la competencia temen que esta compra pueda dar una ventaja competitiva muy importante a Microsoft, y que esto acabe perjudicando a la libre competencia, así que todavía quedan por delante muchas negociaciones, y puede que también muchas concesiones por parte de Microsoft.
