El Samsung Exynos 2200 fue un SoC que generó mucho interés y que fue recibido con entusiasmo. Ese entusiasmo se debía a que estaba equipado con una GPU RDNA2 personalizada de AMD, y al potencial que esta iba a tener en juegos, puesto que contaba con todas las tecnologías más avanzadas de AMD.
Ese interés y esas expectaciones se hundieron rápidamente cuando se comprobó que no estaba a la altura, y que el Snapdragon 8 Gen 1 era superior en potencia, eficiencia y temperaturas de trabajo. Pensar que el chip de Samsung podría superar al Snapdragon 8 Gen 2, que es un SoC de nueva generación, puede parecer una locura, pero así ha sido, y es que resulta que el Exynos 2200 tenía un as bajo la manga.
La arquitectura RDNA2 utilizada en la GPU del Samsung Exynos 2200 se vio penalizada por el calor y las bajas frecuencias de trabajo, pero esta arquitectura ofrece un rendimiento superior en trazado de rayos, tan alto que ni siquiera la GPU Adreno 740 del Snapdragon 8 Gen 2 es capaz de superarla.
En la prueba de rendimiento In Vitro de Basemark, que utiliza trazado de rayos, el Exynos 2200 consigue una media de 21,6 fotogramas por segundo y un mínimo de 16,4 fotogramas por segundo, superando los 17,6 y 13,3 fotogramas por segundo que obtiene el Snapdragon 8 Gen 2. En rendimiento máximo gana este último, pero lo importante es la media estable que cada uno es capaz de mantener, y el mínimo.
El trazado de rayos no es importante todavía en el sector smartphone, pero es interesante ver lo bien que rendía el Exynos 2200 utilizando esta tecnología, que es altamente compleja y capaz de llevar a una GPU a su límite.
