El despliegue de las tarjetas gráficas de nueva generación de AMD está siendo muy gradual, y las ensambladoras se lo están tomando con mucha calma. Parece que hay poco interés por subirse al carro de las tarjetas gráficas de nueva generación, y con la caída en ventas que ha experimentado el mercado de las tarjetas gráficas es normal que las ensambladoras ya no miren a este mercado con los mismos ojos que hace un año.
Parte de la caída en ventas que atraviesa el mercado de las tarjetas gráficas se debe al pinchazo de las criptodivisas, y también al salto de Ethereum a un modelo que ya no permite el minado por GPU. La subida de precios también ha influido mucho, y es uno de los grandes responsables de que las ventas de tarjetas gráficas sigan a la baja, y de que el interés alrededor de las nuevas generaciones haya sido relativamente frío.
La GeForce RTX 3080 llegó al mercado con un precio de 719 euros, mientras que la GeForce RTX 4080 costaba 1.469 euros en su lanzamiento. La diferencia entre ambas es enorme, la segunda es el doble de cara, y la culpa de ese incremento tan enorme del precio ha estado en la decisión de NVIDIA de no bajar precios para limpiar stock de las RTX 30. En su lugar, la compañía ha dejado que ambas generaciones coexistan, y ha subido los precios de las RTX 40 para dejar espacio a la generación anterior.
AMD no ha incrementado tanto los precios frente a la generación anterior. La Radeon RX 7900 XT llegó casi al mismo precio que la Radeon RX 6900 XT, aunque la Radeon RX 7900 XTX está disparada y no hay stock.
La situación pinta complicada, pero si las ventas siguen bajando y el stock no termina de salir al final tendrán que bajar los precios, salvo que estén dispuestos a tener stock acumulado durante varios años.