La UE está en plena vorágine legisladora. Primero, forzará a los fabricantes a abrir sus dispositivos a tiendas de terceras partes a partir de enero de 2024. Además, el puerto USB-C será obligatorio para los dispositivos electrónicos a partir de finales de 2024. Ahora, además, se ha llegado a un acuerdo provisional que exigiría que los dispositivos portátiles vengan con baterías reemplazables por el usuario.

Este acuerdo preliminar cubriría baterías de prácticamente cualquier tamaño para cualquier dispositivo o vehículo, e incluso para baterías industriales. Esta medida dejaría a los fabricantes tres años y medio para rediseñar sus dispositivos para habilitar el reemplazo por parte de los usuarios.
Las baterías reemplazables solían ser la norma para los móviles hace años, aunque ahora es raro que sean de este tipo. No debería ser complicado el rediseño, salvo para los dispositivos plegables, al tener dos baterías independientes conectadas con cables delicados.

Cada batería deberá llevar etiquetas y códigos QR con información sobre capacidad, rendimiento, durabilidad o composición química. Esta legislación tiene su origen en medidas medioambientales, con niveles mínimos de materiales reciclables: 16% para cobalto, 85% para plomo, 6% para litio y 6% para níquel.
Además, se requerirá que las baterías usadas sean recicladas: al menos un 45% para 2023, 63% para 2027 y 73% para 2030 para baterías portátiles. Para baterías de vehículos para movilidad ligera, será de un 51% para 2028 y el 61% para 2031.
Parece que la legislación va a ser una variable muy relevante de cara al desarrollo de la tecnología en los próximos años, condicionando los diseños de los dispositivos electrónicos.
Fuente, en inglés: Noticias del Parlamento Europeo