Los nuevos Pixel 7 y Pixel 7 Pro son, oficialmente, los primeros smartphones basados en Android que están limitados a 64 bits, es decir, no tienen soporte de aplicaciones de 32 bits. Esto representa un movimiento importante por parte de Google y marca la tendencia que acabará siguiendo el mercado, donde cada vez tiene menos sentido seguir manteniendo el soporte de aplicaciones de 32 bits.
Un reciente análisis de la build de Android 13 que incorpora este terminal ha permitido confirmar que, aunque el sistema todavía incluye librerías de 32 bits, estas solo vienen con un "cigoto" de 64 bits, lo que significa que no podremos instalar aplicaciones de 32 bits, ni tampoco ejecutarlas, como es lógico.
Aunque Google parece haber querido olvidar por completo el soporte de aplicaciones de 32 bits con los Google Pixel 7 y Pixel 7 Pro, ambos modelos montan un SoC que incluye núcleos CPU compatibles con 32 bits. En cualquier caso, es algo normal que entra dentro de lo esperado, porque la propia Google impuso a los desarrolladores que todas las aplicaciones creadas a partir de 2019 fuesen únicamente de 64 bits.
Poco a poco el abandono de los 32 bits en el sector smartphone se está convirtiendo en una realidad, y esto impone a los desarrolladores que tienen aplicaciones de 32 bits realizar un trabajo de adaptación para convertirlas en aplicaciones de 64 bits. Es una transición normal que tenemos que afrontar queramos o no, y no debería ser un problema para la mayoría de los usuarios.
