Hardware Unboxed se ha tomado la molestia de probar el Ryzen 5 7600X con un sistema de refrigeración básico, el Wraith Spire. Este procesador alcanza temperaturas que superan los 90 grados dependiendo de la carga de trabajo que afronte, así que está claro que trabajando de stock no es viable refrigerarlo con un Wraith Spire.
Con el modo ECO la temperatura baja a los 74,5 grados, un nivel que todavía no termina de ser el ideal para un ventilador tan modesto. A frecuencias de stock alcanza los 101 grados C con el Wraith Spire, pero utilizando el modo ECO, que baja el TDP a 65 vatios, la temperatura pasa a ser de 94 grados, mientras que con un kit AIO de 360 mm la temperatura pasa a ser de 77 grados. La pérdida de rendimiento es visible, pero no resulta enorme.
La pérdida de rendimiento en juegos al activar el modo ECO es pequeña, y en algunos casos se puede considerar como imperceptible, pero dependerá de cada título en concreto y de la configuración que estemos utilizando.
Como conclusión, lo que podemos extraer de toda esta comparativa es que el modo ECO ofrece un rendimiento muy bueno, reduce el consumo y las temperaturas, y hace que sea viable mover un Ryzen 5 7600X con un sistema de refrigeración económico y de bajo rendimiento. Si vamos a utilizarlo para mover juegos es una configuración perfectamente viable, de hecho, al menos según los datos que ha dado Hardware Unboxed.
En juegos las temperaturas que alcanza el Ryzen 5 7600X son muy buenas porque la CPU nunca llega a estar realmente saturada (al 100% de carga), y esto marca una diferencia importante también.