Hace unas semanas dijimos que la compra de Activision Blizzard por parte de Microsoft podría estar en peligro, y ahora está todavía más claro que esto podría acabar como el intento de NVIDIA de comprar ARM.
Los órganos reguladores de la competencia de Reino Unido y Bruselas revisarán la operación de una manera más "dura", porque creen que esta operación podría acabar teniendo consecuencias para la libre competencia, e impediría a sus rivales acceder a juegos clave e integrarlos en diferentes servicios, como el juego en la nube.
Tras las primeras indagaciones que ha realizado Reino Unido se ha llevado a la conclusión de que es necesario entrar en una segunda fase de investigación, más profunda y complicada, y también es oficial la investigación por parte de la Unión Europea.
Las declaraciones de Sony no han pasado desapercibidas y han tenido el impacto que buscaba la compañía japonesa. Ese "miedo" que dijo sentir Sony por perder la posibilidad de acceder a juegos como Call of Duty si Microsoft compra Activision Blizzard ha funcionado, aunque parece que la dejadez de Microsoft también ha influido, ya que la compañía de Redmond hizo caso omiso de la fase de alegaciones para "resolver" o aminorar las preocupaciones de la CMA de Reino Unido.
¿Daña a la libre competencia la compra de Activision Blizzard por parte de Microsoft? La importancia desmedida que se le da a Call of Duty hace pensar que sí, pero todavía no hay nada decidido, así que ahora mismo solo queda esperar. La operación de compra no ha sido descartada, pero parece que la cosa va para largo y que al final Microsoft lo va a tener bastante complicado para llevarla a buen puerto.
