Samsung es una de las compañías que más cambios ha introducido en su política de actualizaciones de smartphones. Hace unos meses se comprometió a ofrecer cuatro años de actualizaciones de Android, y ahora la compañía surcoreana ha hecho un movimiento que demuestra su compromiso con los usuarios, y con las actualizaciones importantes para sus terminales, ya que ha lanzado una actualización que ha llegado a casi 500 millones de smartphones antiguos, todos ellos sin soporte oficial.
La actualización no es una nueva versión de Android, ni tampoco se trata de un parche de seguridad. Es una puesta a punto que corrige un problema de conectividad y de estabilidad que afecta al GPS de ciertos terminales, y que hacía que esa función no se pudiera utilizar de forma correcta. Samsung no ha explicado por qué ha decidido lanzar esa actualización de una manera tan "a gran escala", pero suponemos que el problema tenía que ser grave para que al final haya optado por este movimiento.
Sabemos que la actualización ha llegado a terminales como lo Galaxy S5 Neo, Galaxy Alpha, Galaxy S6 y el Galaxy A7 de 2018, entre otros. Ninguno de esos terminales tiene ya soporte oficial, pero siguen teniendo una amplia base de usuarios, así que es normal que Samsung no haya querido dejarlos abandonados a su suerte. Al final, este gesto de la compañía surcoreana puede tener efectos muy positivos en las ventas de nuevos terminales, ya que puede animar a los usuarios de esos terminales antiguos a comprar un nuevo smartphone Samsung tras comprobar que ha tenido soporte cuando lo necesitaba.
