Tom´s Hardware ha compartido una cuidada guía donde analiza las mejores pastas térmicas para procesadores de 2022. La pasta térmica es muy importante en la refrigeración de un procesador porque actúa como base de contacto entre el IHS de este y la base del sistema de disipación, que transfiere el calor de la CPU al radiador.
La pasta térmica acelera la transferencia de calor, y soluciona el problema que supondrían las imperfecciones y las desigualdades de las superficies de ambos componentes, el IHS y la base de contacto del procesador. Su calidad, y su conductividad, pueden influir en la transferencia de calor, y por eso algunas pastas térmicas pueden ofrecer mejores resultados que otras.
Según sus pruebas, la mejor pasta térmica premium es la ProlimaTech PK-3 Nano Aluminum, porque es fácil de utilizar, no conduce la electricidad y ofrece una gran estabilidad. La segunda sería la Thermal Grizzly Kryonaut, que tiene un precio mayor a la anterior y ofrece los mismos valores. En tercera posición queda la Cooler Master MasterGel Pro v2, que es la más barata de las tres.
La Arctic MX-5, una auténtica veterana, queda en cuarto puesto, y la mejor pasta térmica económica es la Noctua NT-H1. También listan alternativas basadas en metal líquido, pero estas son mucho más caras y hay que aplicarlas con sumo cuidado, ya que conducen la electricidad, así que una simple gota, una mera fuga, puede freír nuestra placa base y llevarse otros componentes.
En la gráfica aparecen las mediciones de temperatura de cada una de las pastas térmicas que han probado. Entre una buena pasta térmica y una mala pasta térmica puede haber una diferencia de hasta 20 grados de temperatura.
