Activision Blizzard ha lanzado una investigación interna, es decir, se ha investigado a sí misma a través del Workplace Responsibility Committee, que fue formado por la propia Junta Directiva de la compañía, y ha llegado a la conclusión de que no han hecho nada malo, a pesar de las numerosas acusaciones que ha venido recibiendo y de las demandas que enfrenta.
Las conclusiones del Workplace Responsibility Committee explican que Activision Blizzard no es culpable de fomentar una cultura propia de una fraternidad universitaria, tendente a la discriminación, el acoso o la venganza. Estas conclusiones, y el hecho de que vienen de una investigación propia, han generado una oleada de burlas en Internet contra Activision Blizzard. Algunos comentarios son desternillantes, y tienen sentido, porque al final si pudiéramos investigarnos a nosotros mismos para dilucidar si hemos hecho algo malo lo más probable es que nadie lo reconozca, aunque lo vea claro. Pocos tienen el valor y la decencia de culparse si pueden no hacerlo.
El comité reconoció que había indicios de acoso por razón de género, pero que no se podía probar que los directivos estuvieran al corriente de esa situación, y que por tanto no se les puede exigir responsabilidad alguna. También indicó que tomaron medidas para mejorar esa situación, pero que solo recibieron críticas por parte de los medios, y que esas críticas afectaron a toda la compañía, incluyendo a trabajadores inocentes.
Esta investigación no va a poner fin a los procedimientos legales que todavía siguen activos, y que Activision Blizzard tuviera que llegar a un acuerdo de 18 millones de dólares para cerrar la demanda de la EEOC no dice mucho a su favor precisamente. Cuando prefieres pagar unos cuantos millones de dólares para parar una demanda es porque crees que tienes posibilidades de perderla, y esto quiere decir que algo de culpa tienes.
