Blizzard quiso tantear el interés de sus jugadores alrededor de cosas como los NFTs, y también en la realidad virtual, la realidad aumentada, el metaverso, el juego en la nube y el desarrollo de juegos centrados en el enfoque de "juega para ganar".
La encuesta corrió como la pólvora a través de redes sociales, especialmente Twitter, y generó un gran malestar. Al final la experiencia fue positiva para todos, porque los usuarios pudieron demostrar que no están a favor del uso de NFTs en juegos, y también porque Blizzard pudo darse cuenta del enorme rechazo que generan estos.
Myke Ibarra, presidente de Blizzard, confirmó que no van a utilizar NFTs en sus juegos, así que al menos de momento los jugadores de sus franquicias no tienen nada de lo que preocuparse. El tema de los NFTs ha sido muy polémico desde que se empezó a hablar de ellos, pero al final se ha confirmado que no son más que una burbuja sin sentido.
Lo ocurrido con el NFT del primer tuit es toda una lección de lo que representa este mercado de bienes digitales, y de la especulación y la codicia que se está intentando verter en ellos para atraer a inversores con mucho dinero y poco sentido común.
En el caso de los videojuegos, franquicias como World of Warcraft, Overwatch y Diablo podrían dar mucho dinero a través de NFTs, pero esto pondría a Blizzard en una situación complicada, y le haría ganar el descontento de muchos de sus fans, algo que no puede permitirse ahora mismo.
Blizzard sigue trabajando en uno de sus títulos más importantes, Diablo IV, cuyo lanzamiento podría producirse entre 2023 y 2024.