La actualización 1.09 que ha recibido God of War introduce mejoras de rendimiento que ayudan especialmente a configuraciones con procesadores AMD, sobre todo en aquellas escenas en las que la carga que debe asumir el procesador es más alta.
Es un parche muy importante porque también resuelve algunos problemas que estaban presentes en el juego desde su lanzamiento, y cuya solución era necesaria para que el jugador pueda disfrutar de una experiencia verdaderamente buena.
Con esta actualización, el uso de memoria de la GPU se ha incluido en los ajustes de vídeo. Esto debería ayudar a solucionar problemas de rendimiento derivados de una configuración que haga un uso excesivo de dicho recurso. Ahora podemos activar también el buffer triple para reducir los problemas de micro stuttering, aunque a costa de un pequeño aumento de la latencia.
Los valores de memoria ahora se detectan de forma correcta cuando utilizamos una solución gráfica integrada, se han resuelto los cierres espontáneos que se producirían cuando la GPU daba valores de memoria no válidos, y también se han solucionado algunos fallos que desembocaban en crasheos intermitentes.
Se han introducido también optimizaciones para reducir la carga que debe asumir la CPU, sobre todo cuando hay muchos objetos en escena. Esto debería beneficiar especialmente a los procesadores AMD, que tenían leves problemas de rendimiento en algunos casos. Si no tenías esos problemas, esto no representará ninguna mejora real de rendimiento.
Los cambios que trae esta actualización representan, en conjunto, una mejora muy importante que debería dejar a God of War en un estado casi totalmente óptimo. Es un juego que ha sido adaptado por completo utilizando DirectX 11, así que siempre se verá afectado por los problemas clásicos adscritos a esa API.
