Las pantallas siguen su camino hacia la perfección en la representación de las imágenes, con tecnologías más densas, con más brillo, mejor colorimetría, mejor latencia y mayor robustez. Ya desarrollamos el tema de las tecnologías de pantalla en profundidad aquí, pero ahora toca seguir la evolución de las tecnologías de pantalla a medida que se van haciendo realidad.
La semana que viene, Samsung presentará nuevas pantallas 8K Neo QLED, en las que no hay cambios revolucionarios en las tecnologías de las pantallas. Seguimos con una retroiluminación azul, en este caso de tipo Mini LED, con un generoso número de zonas de control de la retroiluminación por zonas (FALD). Los LEDS azules generan luz azul de gran pureza que excita las partículas Quantum Dot de la lámina inmediatamente después de los miles de LED azules, para generar luz blanca a partir de las componentes RGB. Esta luz blanca de gran pureza es la que atraviesa el panel LCD, atenuando la luz a escala de sub píxel. Después, la luz que sale de la matriz LCD atraviesa la matriz RGB que conforma los píxeles.
Samsung presentará nuevos televisores 8K con esta tecnología, sonido Dolby Atmos y conectividad HDMI 2.1 si los anuncios del CES no se han visto modificados en estos meses. El procesador de imagen es un elemento relevante en estas pantallas, ya que tiene que ser capaz de procesar cada frame con rapidez suficiente como para calcular la intensidad de la retroiluminación en cada zona, así como realizar el procesamiento necesario para eliminar ruido o para interpolar las imágenes si la fuente original no es 8K.
El 30 de marzo conoceremos los detalles a la espera de abril, que parece que será cuando Samsung anuncie los QD-OLED en los que la matriz RGB se sustituye por una matriz de quantum dots que generan los colores directamente a partir de la retroiluminación sin necesidad de filtros de color.
