Este caso lleva varios años en marcha, aunque parecía que AMD lo tenía todo ganado tras la última decisión de la Comisión Europea, pero al final, casi diez años después de que Intel interpusiera un recurso contra esa decisión, el gigante de Santa Clara ha logrado salirse con la suya, y no tendrá que pagar nada a AMD.
El Tribunal General de la Unión Europea, que fue el organismo encargado de conocer de ese recurso, ha determinado, tras muchos años de investigación, que no hay pruebas realmente concluyentes que permitan establecer, sin ningún tipo de duda, que las prácticas que utilizó Intel para dejar fuera del mercado a AMD entre finales de 2002 y 2007 fueron suficiente para producir un efecto contrario a la libre competencia.
La Comisión Europea entendió que Intel había violado la libre competencia porque quedaba demostrado que había impuesto restricciones a sus socios Dell, HP, Lenovo y NEC, para que no utilizaran procesadores AMD en dicho periodo de tiempo, y también porque había ofrecido incentivos económicos (descuentos) para que solo usaran procesadores Intel. También se concluyó que Intel había pagado a un distribuidor europeo para que solo vendiera equipos Intel.
El Tribunal estima parcialmente el recurso de Intel y anula la multa basándose en el principio de la carga de la prueba y de la presunción de inocencia, ya que resuelve diciendo que no queda demostrado que esas prácticas fuesen realmente tan lesivas para la libre competencia. Si ofrecer descuentos que hacen que los precios de los chips de AMD dejen de ser viables y dar, encima, ventajas a un proveedor que actúa a nivel europeo para que solo ofrezca equipos con chips Intel no es contrario a la libre competencia, y no es prueba suficiente, ya me diréis qué lo es.
