Seguimos viendo pruebas de rendimiento de God of War en tarjetas gráficas antiguas. En esta ocasión, tenemos un análisis de rendimiento del juego sobre una GTX 970, una tarjeta gráfica muy popular que todavía utilizan muchas personas, y que se convirtió en una de las más buscadas dentro del mercado de segunda mano cuando se inflaron los precios.
Para esta prueba, se ha configurado God of War en 1080p, y se ha probado en todos los ajustes de calidad posibles. La tecnología de reescalado FSR se ha activado en modo ultra calidad para mejorar un poco el rendimiento, y los resultados que consigue la GTX 970 son muy buenos a pesar de lo exigente que llega a ser este juego.
En 1080p y calidad baja, la fluidez es perfecta y se mantiene en todo momento por encima de los 60 fotogramas por segundo. Al subir al modo original, hay una caída importante de rendimiento, pero los valores siguen siendo buenos, con medias que se mantienen cerca de los 50 FPS, aunque con alguna caída ocasional a los 45.
Al subir al modo de calidad alto, la pérdida de rendimiento es muy pequeña, pero hay una mejora de calidad gráfica considerable, así que ese sería el nivel ideal para la GTX 970. En calidad ultra, la GTX 970 se ahoga por una clara falta de memoria gráfica. No es viable no solo por la caída de rendimiento, sino también por los parones que tiene, en los que el juego llega a caer por debajo de los 9 FPS. Esto sucede cuando la memoria gráfica se llena y hay que vaciar y volver a llenar.
Ajustando al máximo, una mezcla de ajustes en calidad alta y original sería lo mejor para conseguir un equilibrio casi perfecto entre rendimiento y calidad de imagen.