God of War con trazado de rayos luce muy bien, ¿pero cómo funciona el juego en un equipo de gama baja? El canal Testing Games ha hecho una prueba de rendimiento con una GT 1030 y un procesador Intel Pentium G4560, y el resultado que han obtenido arroja luz sobre muchas cuestiones interesantes.
En resolución 720p, y con todo en calidad baja menos el modelado, que está en calidad original, el rendimiento del juego no es para nada bueno. La tasa de FPS tiene caídas muy grandes, y además produce tirones muy marcados que podríamos achacar a la escasa cantidad de memoria gráfica, y es que aunque el juego diga en los ajustes que consume poco más de 1 GB, en realidad, cuando se ejecuta, llena toda la memoria gráfica que puede.
No veo otra explicación porque el uso del procesador no llega a ser preocupante, y porque la configuración cumple con el mínimo de 2 núcleos y 4 hilos con un buen IPC, aunque puede que este también haya tenido un cierto impacto. Al final, en configuraciones tan bajas, todo suma.
En 1080p, con todo en bajo menos el modelado, que está en original, el rendimiento es terriblemente malo. God of War se convierte en un pase de diapositivas, y se excede la memoria gráfica disponible. También es interesante lo bien que se ve God of War en 1080p incluso en calidad baja.
Para jugar bien a God of War es necesario contar, al menos, con una tarjeta gráfica GTX 1060 de 6 GB, un procesador de cuatro núcleos y ocho hilos, como el Core i7 6700K o el Ryzen 5 2500X, y contar con 8 GB de memoria RAM. Esta configuración ofrece muy buenos resultados en 1080p y calidad alta.