Samsung fue la compañía que con más fuerza apostó por Tizen, un sistema operativo que se convirtió en una posible alternativa al Android personalizado de Google, ya que este es, en su versión estándar, un sistema operativo libre que ha servido a otras compañías para crear sus propias variantes, de hecho Harmony OS es precisamente eso.
Con el paso del tiempo, Samsung fue lanzando varios dispositivos basados en Tizen, aunque sus primeros movimientos se centraron en los mercados emergentes, donde los smartphones de gama baja son algo habitual, y donde el rendimiento del sistema operativo es muy importante. Tizen logró resultados buenos en algunos países, pero parece que a Samsung no terminaban de salirle las cuentas, y en marzo de este año sonaban campanas que decían que Tizen tenía los días contados.
Al final, se han cumplido los peores pronósticos. Samsung llevaba sin lanzar ningún nuevo smartphone con Tizen OS desde 2017, así que la verdad es que estaba "cantado". En junio del año pasado, Samsung cerró los nuevos registros e hizo que la tienda de aplicaciones de Tizen solo estuviera disponible para usuarios existentes. Para colmo de males, estos solo podían descargar aplicaciones que ya hubieran descargado previamente.
El último clavo en el ataúd de Tizen vino este 31 de diciembre, cuando Samsung cerró de forma permanente la tienda de aplicaciones de dicho sistema operativo. Si utilizas un dispositivo basado en ese sistema operativo, creo que ha llegado el momento de que te plantees cambiar de smartphone.
Si Samsung no hubiera cerrado la tienda de aplicaciones, podríamos pensar que se trata de un movimiento temporal, o de un reajuste de estrategia, pero ese cierre es una confirmación definitiva de que Samsung ha dado carpetazo a su aventura con Tizen, y que no volverá a recurrir a dicho sistema operativo.
