Con el mercado tecnológico actual inflado, en materia de precios, en casi todos sus niveles, escuchar que algo podría bajar de precio es siempre una noticia que puede alegrarnos un poco el día.
No se trata de un rumor, sino de un estudio que ha publicado la firma IDC, y que asegura que el precio de los monitores podría bajar por una caída en la demanda que se lleva notando desde el tercer trimestre de este año, y que no tiene nada que ver con la situación que se vivió en la primera mitad de 2020, cuando la demanda de monitores se disparó. Esa tendencia siguió creciendo, gracias al impulso que le dio el teletrabajo y la nueva normalidad que nos dejó la COVID-19, pero poco a poco la situación se ha ido normalizando.
Esa normalización conlleva una bajada de la demanda, lo que podría hacer que el precio de los monitores se reduzca considerablemente. Son malas noticias para los proveedores y vendedores, pero buenas noticias para los consumidores, aunque con la situación del mercado de las tarjetas gráficas puede que no muchos tengan incentivos reales para comprar un nuevo monitor.
No obstante, el estudio matiza que el interés alrededor de los monitores con tasas de refresco de 144 Hz y superiores se ha mantenido estable, así que el precio de los monitores "gaming" podría bajar en menor medida, o mantenerse en los niveles actuales, al menos durante un tiempo, ya que en ese mismo informe se comenta que las pantallas para gaming podrían pasar de los 339 dólares que costaban en 2020 a 309 dólares en 2025. Los monitores más "discretos" son, por tanto, los que más bajarán de precio, y a mayor velocidad. Esto incluye aquellos modelos con tasas de refresco inferiores a 144 Hz, y con diseños y prestaciones que no sean propias del mundo del gaming.
