Windows 11 es el nuevo sistema operativo de Microsoft, y el sucesor directo de Windows 10, aunque coexistirá con este durante un periodo de tiempo bastante largo, ya que aquél seguirá recibiendo soporte hasta finales de 2025.
Microsoft ha sido bastante "dura" con el tema de los requisitos de Windows 11, y también con el soporte de dicho sistema operativo. Si no cumplimos los requisitos mínimos y lo instalamos, podríamos quedarnos sin actualizaciones, y no recibiríamos soporte por haber utilizado un hardware que no está indicado en los requisitos mínimos de compatibilidad.
La compañía de Redmond también ha querido aclarar qué ocurrirá si instalamos Windows 11 en un equipo Mac basado en el chip Apple M1, y lo ejecutamos utilizando Parallels: no tendremos ningún tipo de soporte oficial, y si en algún momento se introducen cambios que puedan "romper" su funcionamiento, no podremos exigir nada a Microsoft, ya que se trataba desde el primer momento de un escenario no soportado.
Al final, es Microsoft la que tiene la última palabra. Solo ella puede hacer que Windows 11 funcione de forma óptima en un Mac con SoC Apple M1. Parallels, por contra, ha tenido que recurrir a la versión de Windows 11 para ARM, y a un complejo procedimiento de instalación que confirma que promocionar Parallels 17 como compatible con Windows 11 no fue una buena idea.
Quizás en un futuro Apple y Microsoft acaben acercando posturas y toda esta situación mejore, pero ahora mismo la única opción realmente buena que tenemos es utilizar Windows 10. Saltar a Windows 11 si tenemos un Mac con SoC Apple M1 es complicado, y entraña riesgos que ya hemos dicho en esta noticia.