La fragmentación de Android es un problema tan grande que, al final, Google decidió abandonar la publicación de sus clásicas encuestas donde recogía la cuota de mercado de cada versión de Android. Aunque ya no tenemos esta fuente oficial, existen otras fuentes bastante fiables como StatCounter, por ejemplo.
StatCounter recoge que Android 10 solo está presente en un 34,13% del total de smartphones basados en Android, y que Android 11 ha vivido un breve despegue que lo ha impulsado hasta el 21,07%. Otras versiones como Android 9 y Android 8-8.1 siguen teniendo una importante cuota de uso, y hasta en la parte más baja es posible encontrarnos que Android 5.1 mantiene una cuota del 2,71%.
Los sistemas operativos móviles tienen un soporte bastante limitado, y Android es el mejor ejemplo de ello. Muchas de las versiones que todavía se encuentran presentes en una gran cantidad de terminales ya no reciben actualizaciones, y existen versiones que tienen ya muchos años encima y que, a pesar de todo, se siguen utilizando.
Un ejemplo lo tenemos en Android 2.3.7, una versión muy antigua que tiene ya varios años encima (llego en 2011), y que a partir de septiembre pasará a ser totalmente olvidado por Google. Esto quiere decir que, a partir de esa fecha, ya no se podrá utilizar para iniciar sesión en las principales aplicaciones de Google, como Gmail, Youtube y Maps, entre otras.

Al ser un sistema operativo tan antiguo, es poco probable que tenga el más mínimo impacto en los países del primer mundo, pero sí podemos preguntarnos cómo afectará a los más desfavorecidos. Los países en vías de desarrollo viven una realidad totalmente distinta a la nuestra. En muchos casos contar con un smartphone es un sueño imposible, y en otros aquellos que lo logran no pueden permitirse comprar un nuevo terminal en mucho, mucho tiempo.