El iPhone original, también conocido como iPhone 2G, llegó al mercado en 2007, y supuso una importante revolución en el sector. No solo marcó el camino a seguir en muchos aspectos, sino que su diseño sirvió de inspiración a muchos fabricantes, que pasaron a dar protagonismo a la pantalla y se olvidaron, cada vez más, del teclado, con la excepción de BlackBerry.
Este smartphone cuenta con una configuración que hoy ha quedado obsoleta, pero en su momento era capaz de hacer auténticas maravillas. Su corazón es un chip ARM 11 con CPU de un núcleo a 412 MHz, tenía una GPU PowerVR MBX, disponía de 128 MB de memoria RAM, contaba con 4 GB de capacidad de almacenamiento en su configuración base, tenía una pantalla de 3,5 pulgadas con resolución de 480 x 320 píxeles y disponía de una cámara trasera de 2 MP. Su sistema operativo era iOS 3.1.3.
El iPhone 12 es no ya otro mundo, sino más bien otro universo. Este smartphone tiene una CPU de seis núcleos divididos en dos bloques, uno de alto rendimiento y otro de alta eficiencia (el primero alcanza los 3,1 GHz), viene con una GPU Apple personalizada de alto rendimiento, tiene 4 GB de RAM, una pantalla de 6,1 pulgadas de tipo IPS con resolución de 2.532 x 1.170 píxeles, 64 GB de capacidad de almacenamiento de alta velocidad, monta dos cámaras traseras y utiliza iOS 14.6 como sistema operativo.
Phonebuff ha puesto ambos smartphones frente a frente en una interesante comparativa, donde podemos ver que a pesar del tiempo que tiene encima, el iPhone original sigue ofreciendo un buen rendimiento y una buena fluidez, prueba de la excelente optimización que introduce Apple en sus productos.
El iPhone 12 completa la ronda de prueba mucho más rápido, como cabía esperar. El iPhone 2G es más lento, y esto hizo que tuvieran que cambiar la velocidad del brazo robot para las pruebas, pero incluso con eso presente, el rendimiento del iPhone 2G es bueno para tratarse de un smartphone de 2007.