El cargador de 200 vatios de Xiaomi generó mucho interés por la velocidad con la que es capaz de cargar la batería de un smartphone, pero también generó dudas por cuestiones de seguridad y de fiabilidad, y por el impacto que podría tener en la vida útil de la batería.
Las baterías de ion de litio tienen un ciclo de vida concreto. Con el uso, y los ciclos de carga, sufren una degradación que afecta a su capacidad de retención, y que hace que cada vez sean capaces de almacenar menos energía. Esto explica por qué, con el uso, los smartphones y otros dispositivos que utilizan baterías van ofreciendo una autonomía cada vez menor.
La tecnología de recarga utilizada, y los hábitos de uso de cada dispositivo, pueden influir y acelerar o ralentizar la degradación de una batería, pero nunca podremos evitar que se produzca esa degradación. En el caso de la recarga rápida, se generan unas temperaturas muy elevadas por la enorme cantidad de potencia que se suministra.
Eso representa un desafío importante, porque puede acabar produciendo un exceso de calor que afecte de forma irreversible a la batería. Xiaomi ha respondido a esta cuestión diciendo que su cargador de 200 vatios la pérdida de retención de la batería debería ser de un 20% tras 800 ciclos de carga. Si cargas el smartphone una vez al día, esto equivaldría a poco más de dos años.
No está mal. Xiaomi ha querido darle contexto a esta información, y ha dicho que las autoridades chinas exigen, como mínimo, que se mantenga al menos el 60% de la capacidad de retención de la batería tras solo 400 ciclos de carga, poco más de un año si cargamos el smartphone una vez al día, un valor que la compañía china supera con creces incluso con su cargador de 200 vatios.
