Fin de semana de varias filtraciones que afectan a lo que nos viene el año que viene. Si antes hablábamos del futuro de las tarjetas gráficas ahora es el turno de los procesadores de AMD basados en Zen 4 que recurrirán al socket AM5.
El cambio más relevante que traerá la nueva plataforma de AMD es que abandorará el actual sistema de conexión con la placa base y que lo ha acompañado durante toda la vida, así AMD abandonaría el socket PGA (Pin Grid Array) por el mismo que usa Intel: un socket LGA (Land Grid Array), concretamente de 1718 pines. Sí esto significa que los pines ahora los tendrá la placa base y el procesador será el que tendrá unos pequeños orificios para su contacto.

Otra de las sorpresas, de confirmarse la filtración de ExecutableFix, es que si bien AM5 tendrá soporte para memoria DDR5 de doble canal, ese cinco no se trasladará a la conectividad PCI Express que se mantendrá a la actual velocidad PCIe Gen 4.0 para la versión de sobremesa; en cambio los futuros AMD EPYC Genoa basados en Zen 4 sí incluirán soporte para PCIe 5.0.
Evidentemente con la llegada del socket AM5 de AMD veremos nuevos chipsets bautizados, de momento, como serie 600 con placas aparentemente más caras que las actuales al utilizar el nuevo tipo de anclaje LGA.
Según las mismas filtraciones los futuros Zen 4 para AM5 tendrán el mismo tamaño que los actuales: 40 mm2 lo que implica que los disipadores actuales podrían ser compatibles con los futuros procesadores de AMD en cuanto al tamaño de la base de disipación, otro tema es cómo será el sistema de anclaje con el socket, ahí los disipadores que tengan sistemas de anclaje más versátiles como el habitual secufirm2 de Noctua podrían tenerlo más fácil para recibir actualizaciones.